Por Fernando Algaba
fernandoalgaba@hotmail.com
El avión del Aeroclub. La idea original de Nino Giuliani
Ya es parte natural del paisaje de nuestra ciudad y no deja de causar curiosidad en aquellos foráneos que transitan por la Ruta 34, es el avión emblemático del aeródromo local, un Lockheed Lodestar (Estrella Polar), que se encuentra empotrado en su entrada desde febrero de 1979. Juan Antonio Carmelo “Nino” Giuliani: El Ideólogo
Juan Giuliani, más conocido como “Nino”, un amante de la aviación, fue quien tuvo la idea de traer y trajo un avión al Aero Club Rafaela. Además fue el responsable de su montaje. Luego de realizar algunos contactos con referentes de la aviación local conseguí dar con Daniel Giuliani, hijo de “Nino”, un empresario rafaelino y piloto. Fue él quien me precisó: “Mi papá fue 11 años presidente del Aeroclub de Rafaela, era piloto, y él viajaba mucho por su rol empresario en Giuliani Hnos., una vez en un viaje en Bolivia (1972) ve un avión cuatrimotor, que estaba puesto en una plaza, restaurado, fuera de servicio y adentro tenía una biblioteca. Le pareció lindo y ahí le surgió la idea de hacer algo similar en Rafaela y como en ese entonces era presidente del Aero Club comenzó a realizar gestiones en la Fuerza Aérea Argentina para que le den un avión en desuso con el objetivo de llevar a cabo ese proyecto. Al principio las gestiones fueron infructuosas, pasaron varios años y un día llega una nota que si querían un avión había un Lodestar parado en la VII Brigada Aérea localizada en Morón y vean si les servía, ya que la Fuerza Aérea se lo regalaba al Aero Club. Esto fue por el año 1978.”
Santa Cruz de la Sierra: nace la idea
“Nino” tuvo la idea de traer un avión al Aeroclub Rafaela luego de un viaje realizado a Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia. Ahí vio un avión que, colocado en una plaza, oficiaba de biblioteca pública. Le pareció una muy buena idea y lo mismo quiso hacer acá. Específicamente sobre ese avión que observó con mucho interés en Bolivia, había sido interceptado en 1961 y obligado a descender en El Trompillo (aeropuerto boliviano) por contrabando. Ramiro Molina Alanés reseña la historia de dicho avión en “La Verdadera Historia del Avión Pirata”, relatando: “Era un avión cuatrimotor tipo Lockheed Constellation, fabricado en 1945 y con matrícula norteamericana N2520B, de propiedad de “Lloyd Airlines”, de Miami, que custodiado por milicianos armados descargó impunemente algunas cajas de mercadería.”
Lockheed Lodestar N714S
Luego de gestionar durante varios años en la Fuerza Aérea Argentina, corría el año 1978 cuando es puesto a consideración del Aero la posibilidad de otorgarles un avión fuera de servicio, el Lockheed Lodestar N714S. Nuevamente “Nino” se encargará de viajar a la Base Aérea Militar de Morón, Pcia. de Buenos Aires, y observar las condiciones de la aeronave. Sobre este momento relata su hijo, Daniel Giuliani:”Mi papá fue a Buenos Aires a ver el avión, y se percató de su estado, que se encontraba prácticamente desmantelado por dentro, hacía mucho tiempo que estaba a la intemperie pero la célula estaba bastante entera, entonces confirmó que sí le servía y gestionaron todo el pedido a través del Aero Club.”
Una vez completado todos los requisitos se pondrá en marcha un plan de trabajo para ir a buscarlo, traerlo y ubicarlo en el predio del Aero.
El avión elegido era un Lockheed Lodestar matrícula norteamericana N714S. “Hubo dos aviones de ese tipo que entraron a la Argentina con la misma matrícula. Estos eran aviones dados de baja, lo compraban y los usaban para el contrabando, porque es un avión que puede despegar en pistas cortas no preparadas y levantar mucho peso”, explica Daniel Giuliani.
El Lodestar de Rafaela fue secuestrado en Morón, posiblemente en la década del ´70, previo trabajo de inteligencia, sabiendo que realizaba contrabando de mercaderías, en el momento de aterrizar, es rodeado por la policía en la cabecera de pista. Entonces, a través de un megáfono, obligan a la tripulación a descender. Resulta que ésta ya había descendido sin haber sido visualizada, dejando el avión con los motores en marcha, frenado y con llave. Ahí tuvieron que llamar a un piloto experimentado para que lo pueda llevar a la plataforma donde estuvo hasta que “Nino” lo fue a buscar. En ese lapso de tiempo al avión le fueron robando distintas cosas quedando prácticamente desmantelado. Llevaba la siguiente mercadería: trenes Marklin, Whisky, Cigarrillos y medias de nylon”, aclara Daniel Giuliani. Esta versión también fue comentada de similar manera por el piloto rafaelino Norberto Zenklusen
En la revista Lima Víctor Nº30 (invierno 2010), que me fuera facilitada por Nestor Renzi (piloto rafaelino matriculado a los 72 años), Marcelo Miranda, que es uno de los editores de la misma, realizó una investigación sobre el misterio del Lockheed Lodestar N714S de Rafaela, localizando su historial, aunque no pudiendo descifrar a ciencia cierta el origen del mismo. En un primer momento se daba por descontado que era un avión de contrabando que había aterrizado de emergencia, despistado y capturado en Formosa en 1969, luego se supuso que era “mellizo” ya que se había visto años más tarde un avión con la misma matrícula. Actualmente sostiene que deben dejarse abierta las dos posibilidades: a) Que el avión que aterrizó en Formosa en 1969 fue puesto nuevamente en vuelo, liberado judicialmente y restituido a su operador y que en 1973 volvió a la Argentina con esquema de pintura distinto y fue encontrado en Mercedes, b) Que eran dos aviones distintos, que el de Formosa de 1969 nunca fue restituido a su operador y quedó en Formosa y que el de Mercedes de 1973 es otro avión (de identidad desconocida) al que se le pintó la matrícula falsa N714S.
Operativo del traslado
En octubre de 1978 las autoridades de la Fuerza Aérea dispusieron que se vaya a buscar el avión. Éste se encontraba en la VII Brigada Aérea de Morón. Debían ir un jueves a las 10 de la mañana y en un plazo de 2 horas tenían que realizar el operativo de carga en los camiones y traslado. “En 2 horas tenían que sacarlo de la Base Militar ya que no tenían otra opción. Se organizó, fueron con 3 camiones de Rafaela a Morón y allá contrataron 2 grúas. A las 10 de la mañana le abrieron el portón para que entre al aeródromo, llegaron allá y se encontraron con que ya había sido desarmado, pero a los hachazos, porque la Fuerza Aérea quería asegurarse que ese avión no vuele más. Las grúas los cargaron en los camiones y lo sacaron afuera antes de las 2 horas. Luego lo terminaron de acondicionar para el viaje. En un camión cargaron los 2 motores, en otro las alas y la cola, y en el tercero el fuselaje con el tren de aterrizaje. El avión llegó a Rafaela y acá empezó todo el proceso de reconstrucción”, recuerda con mucho entusiasmo Daniel Giuliani, quien en ese entonces tenía 7 años. Gran trabajo representó volver a armar el avión, así como la confección de la estructura y colocación final del avión, centinela del Aero. “Se hicieron las bases y se calcularon los vientos para poder ponerlo ahí arriba, ya que el avión tendería a sustentar cuando hay fuertes vientos. Lo armaron con materiales no aeronáuticos, remaches comunes, etc., por lo que nunca más va a poder volar. Lo pintaron y lo pusieron ahí arriba. Para ello se tuvo que alivianarlo, sacándole diversos componentes”, explica Daniel Giuliani. Todo esto fue realizado en un lapso de unos 4 meses.
Reencuentro
Daniel Giuliani coordinó un reencuentro con algunas de las personas que hicieron posible que ese avión esté ahí colocado, inclusive con Mabel, la esposa de “Nino”, también presente. Entre dichos trabajadores, que participaron del evento, se pueden mencionar a Julio Anghilante, Norberto Benelli, Félix Robles, Paulo Kapp, Benito Mathier (a los que se puede agregar a “Tito” Foglia en base a comentario de su hija Valeria). El agasajo, organizado por Daniel junto a su señora Silvana, sirvió para revivir aquellos momentos inolvidables en los que trabajó para hacer posible la instalación de un avión en las puertas del Aero que está ahí desde el 2 de febrero de 1979, como lo atestigua la enorme botella de champán que todavía se conserva y tiene una etiqueta que deja asentado el día que se festejó en el Aero la inauguración del avión ya instalado.
Conclusiones
El emblemático avión del Aero Club, que hoy forma parte natural del paisaje rafaelino, está ahí desde el 2 de febrero de 1979. Anteriormente “Nino” Giuliani gestionó, en representación del Aero, durante muchos años, para poder conseguirlo. Finalmente el avión que se le ofreció fue un Lockheed Lodestar matrícula N714S. Luego de traerlo se realizó un intenso trabajo de ingeniería para poder colocarlo sobre una estructura de hierro. Si bien el proyecto de la biblioteca aeronáutica nunca pudo concretarse, no se puede negar el atractivo que provoca su presencia. “Nino” fallece en 2003 habiendo dejado una distintiva contribución al Aero Club de Rafaela.
Agradecemos a Fernando Algaba por permitirnos publicar esta interesante nota escrita por él sobre el Lodestar que hoy se encuentra en el Aero Club de Rafaela Las fotos son de su Archivo